viernes, 9 de noviembre de 2012

Baile de máscaras.

Titulo: Baile de máscaras.

Disclaimer: Ni Cazadores de sombras, ni sus personajes me pertenecen lo hacen a Cassandra Clare, yo hago esto sin animo de lucro.

Personajes/Parejas: Will/Jem. Insinuaciones de Magnus/Will, de Will/Tessa y de Jem/Tessa.

Advertencias: Spoilers de Príncipe Mecánico. SemiAU! Pues me voy a pasar por el arco del triunfo los posibles acontecimientos de princesa mecánica para la cual queda aún… mucho tiempo hasta que salga.

Resumen: Porque Magnus había tenido razón, estaba roto por dentro y los pedazos de su alma, desparramados por toda Inglaterra, eran imposibles de unir. Serie de viñetas de Will/Jem.

“I have lost everything. Lost everything. Everything
William Herondale.

Durante poco tiempo había soñado. Había soñado que era libre, que podía amar y ser amado pero solo había sido eso, un sueño. William Herondale no estaba acostumbrado a llorar, es más, no recordaba cuando había sido la última vez que lo había hecho pero aquella noche su interior le obligó a ello. No lloró a lágrima viva ni se echó sobre la cama mientras el llanto le sacudía como a un bebé. Simplemente, dejó que dos lágrimas traicioneras se deslizaran por sus mejillas. Una por Tessa y la otra por Jem. Por Jem. Jem. Cada vez que pensaba en él le ardía el alma. Nunca había sido muy dado a hacer una introspección de si mismo o de sus recuerdos. Y quizá por ello se había visto envuelto en aquella maldita situación. Una situación en la que ni él mismo entendía como se sentía. Se había pasado la vida alejando a la gente de su alrededor. Procurando que no se acercaran lo suficiente como para llegar a sentir algo por él.

Sabía que era bastante egocéntrico pensar que todos aquellos que se encontraban a su alrededor iban a terminar queriéndole. Lo sabía. Pero aún así. Mientras hubiera habido la mínima posibilidad de que alguien le quisiese, de que alguien hubiera acabado como su hermana… Una ilusión. Una trampa. Una mentira. Mentira. Mentiras. Su vida se había convertido en un collage repleto de ellas. Entonces, ¿cómo esperar que sus propios sentimientos no lo fueran? ¿Amaba a Tessa? La amaba. La quería. Y en esos momentos la odiaba. La odiaba por no ser lo que anhelaba con más ansías. La contradicción hecha carne y huesos y sangre. Eso era en ese instante William Herondale. Porque los celos le consumían. Porque su alma se despedazaba en miles de trozos de cristal. Porque Magnus había tenido razón, estaba roto por dentro y los pedazos de su alma, desparramados por toda Inglaterra, eran imposibles de unir. Porque quería gritarle al cielo un nombre. Porque lo había vuelto a perder todo. Incluso aquello que nunca imaginó que perdería.

Jem…

Continuara...